Los frutos secos son un tipo de alimento especialmente reconocido por la energía que poseen y por ser ampliamente ricos en grasas, proteínas y en oligoelementos.
Además, dependiendo del tipo de fruto seco que se trate pueden aportar una importante cantidad de vitaminas que se suman a los beneficios ya mencionados.
Reducen los problemas cardiovasculares
Previenen el estreñimiento
Fortalecen el sistema óseo
Ayudan a la pérdida de peso
Reducen los efectos de la menopausia
Ayudan a contrarrestar los casos de artritis
Las frutas deshidratadas contienen una gran carga nutricional a pesar de su tamaño.
La razón es que los nutrientes y la fibra están más concentradas cuando se elimina el agua de la fruta.
Aportan una gran cantidad de energía: Acción saciante, Antioxidante, Fortalecen los huesos.